jueves, 1 de marzo de 2018



The Champions League

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Origen


Inicios y primeros años (1955-65)

En junio de 1955 la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) aprobó organizar una competición entre clubes europeos denominada como Copa de Clubes Campeones de Europa—mejor conocida como Copa de Europa—. Ésta fue impulsada por el periódico deportivo francés L'Équipe de mano de su director en la época Gabriel Hanot junto con su colega Jacques Ferran, y con el apoyo de representantes de algunos de los clubes europeos más reconocidos como el presidente del Real Madrid Club de Fútbol, Santiago Bernabéu, o Gusztáv Sebes, subsecretario de deportes de Hungría y vicepresidente de la UEFA. La competición pretendía unificar una competición a nivel europeo para designar al mejor club del viejo continente tras los fallidas o poco relevantes predecesoras de la Copa Mitropa o Copa Latina entre otras.

“1er projet de L'Équipe: fevrier 1955.
Projet d'un règlement d'une Coupe d'Europe de football
1.º Une compétition de football réservé aux grandes équipes européennes est organisée, a partir de la saison 1955-56, par le journal L'Équipe. Elle a nom "Coupe d'Europe de L'Equipe" et dotée d'un objet d'art par le journal organisateur. Se prendront part à cette compétition que les équipes invitées par les organisateurs. Une Commission d'Organisation, où entreront des représentants des grandes associations européennes, aura tout pouvoir pour appliquer le présent règlement.”

“1er proyecto de L'Équipe: febrero de 1955.
Proyecto de un reglamento de una Copa de Europa de fútbol
Una competición de fútbol reservada para los grandes equipos europeos se organiza, a partir de la temporada 1955-56, por el diario L'Équipe. Ella tiene el nombre de "Copa de Europa de L'Équipe" y dotada con un objeto de arte por el diario organizador. Tomarán parte en esta competición los equipos invitados por los organizadores. Un Comité Organizador, donde entrarán los representantes de las principales asociaciones europeas, tendrá facultades para hacer cumplir el presente reglamento.”
Gabriel Hanot. Extracto del borrador del primer reglamento. febrero de 1955. París


Finalmente fueron dieciocho los equipos que respondieron y apoyaron la iniciativa —uno por cada territorio representado—, acudiendo por invitación. Suiza, España, Portugal, Yugoslavia, Austria, Países Bajos, Italia, Protectorado del Sarre, Dinamarca, Francia, Hungría, Bélgica, Suecia, Polonia, Alemania y Escocia fueron los representantes finales a un torneo que contó con notables equipos ausentes en esta primera edición debido a la falta de consolidación de la recién creada UEFA para darle proyección suficiente y la indiferencia de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) con el incipiente torneo.​ Entre ellos, la Unión Soviética, Checoslovaquia e Inglaterra no contendieron finalmente, siendo la más notable la no comparecencia de un equipo inglés y cuyo honor debía recaer en el Chelsea Football Club, vigente campeón, pero The Football Association instó al club a no participar por diversos motivos siendo reemplazados por el representante polaco. Así, la competición no contó con un representante inglés después de que ellos y en especial el Wolverhampton Wanderers Football Club fuesen indirectamente los finales impulsores del torneo. El equipo del Midlands Occidental era considerado en la época como uno de los mejores equipos. Estos, tras vencer en un partido amistoso al Budapesti Honvéd Sport Egyesület —equipo formado casi en su totalidad por los «magiares mágicos» integrantes de la temible selección húngara— fueron proclamados por la prensa inglesa como los «campeones del mundo», provocando un impulso final para la creación de la competición.

Así, tras dar validez la UEFA a las bases establecidas y ampliar el cupo de participantes a toda federación que desease participar sin que ninguna federación más decidiera hacerlo, dieciséis equipos fueron los contendientes finales.


El «Madrid de Di Stéfano» encabeza la supremacía europea
La competición dio comienzo pues el mes de septiembre de la temporada futbolística siguiente tras acordarse los emparejamientos en una reunión celebrada en mayo por todos los contendientes, y que se resolvería, a sugerencia del Royal Sporting Club Anderlecht belga, por partidos de eliminación directa desde los octavos de final hasta decidir un campeón en la final a disputar en París, por ser la sede del principal promotor.


Al final de la primera edición se anotaron un total de 127 goles, siendo Miloš Milutinović del F. K. Partizan el máximo realizador con ocho tantos en los apenas cuatro partidos que jugó su equipo antes de caer eliminado, y que anotó un total de once. En cuanto a los equipos, fue el Real Madrid C. F. el que anotó más con un total de veinte.Tras los veintinueve partidos disputados, el primer vencedor fue el Real Madrid Club de Fútbol español, quien derrotó al Stade de Reims francés por 4-3 en la final disputada en el Parc des Princes. El primer encuentro que abrió la competición tuvo lugar el 4 de septiembre de 1955 entre el Sporting Clube de Portugal y el Fudbalski klub Partizan en el Estadio Nacional de Lisboa finalizando con un empate a tres goles, mientras que el primer gol de la competición fue anotado a los 14 minutos de juego por el portugués João Baptista Martins.

La hegemonía del club madrileño continuó durante las siguientes cuatro ediciones ganando en las finales a la Associazione Calcio Fiorentina,​ la Associazione Calcio Milan,​ de nuevo el Stade de Reims y el Eintracht Frankfurt. En el equipo madrileño jugaban por aquel entonces jugadores tan importantes en el panorama futbolístico como Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Paco Gento, José Santamaría o Héctor Rial entre otros, siendo considerados años después como uno de los mejores equipos de este deporte debido principalmente a estos cinco títulos, merced a los cuales fueron bautizados como el «Madrid de Di Stéfano» y con el apelativo de «vikingos» tras la crónica de la quinta final escrita en el diario inglés The Times, apelativo que desde entonces acompaña al club:



“Real wanders through Europe as the Vikings once walked, destroying everything in its path”
“El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso.”
The Times. 19 de mayo de 1960. Londres.




Esa última final, considerada años después como la mejor final en la historia de la competición, permitió que «los blancos» consiguieran firmar una hazaña que con el paso del tiempo sería histórica ya que no ha sido capaz de igualarse hasta el momento. Las cinco Copas de Europa consecutivas se mantienen como la mejor actuación lograda nunca por un equipo en la historia de la competición.

En aquellas ediciones, contendieron únicamente los campeones de cada país participante y se incorporaron a la competición otros equipos de renombre como el Manchester United Football Club como primer representante inglés, el Futebol Clube do Porto, el Ballspielverein Borussia o el Fudbalski klub Crvena Zvezda Beograd entre otros, mientras que el éxito de la primera edición hizo que se aumentase el número de participantes a 22 en su segundo año. Por tal motivo hubo de disputarse una ronda previa antes de la ronda eliminatoria final. En ella se dio otra de las novedades del torneo al clasificarse para su disputa el Atlético de Bilbao, suponiendo que participaron por primera vez dos equipos del mismo país, al estar ya clasificado el Real Madrid C. F. como vigente campeón, y siendo este último el único en repetir participación. Los otros quince equipos restantes que tomaron parte en los octavos de final eran todos debutantes. Por su parte, la A. C. Fiorentina se quedó a las puertas de igualar a los madrileños como el equipo con un mejor debut en la competición tras finalizar como subcampeón.

Los ingleses pudieron finalmente demostrar su valía en Europa en competición oficial de manos del representante de Manchester, quien llegó hasta las semifinales de la competición antes de caer derrotado por el vigente campeón. Además, dos de sus jugadores, Dennis Viollet y Tommy Taylor fueron los máximos anotadores con 9 y 8 goles respectivamente, uno por encima de Alfredo Di Stéfano, quien ya acumulaba 12 goles tras dos ediciones y comenzaba a ser el auténtico protagonista de la competición.

En los venideros años se dieron novedosas circunstancias como la primera vez que se decidió el título en la prórroga o el primer encuentro entre dos equipos del mismo país —Sevilla Club de Fútbol contra Real Madrid C. F.— acontecido ambos sucesos en la tercera edición, la repetición de una final entre dos equipos —Stade de Reims contra Real Madrid C. F.— y un partido entre dos equipos de la misma ciudad —Club Atlético de Madrid contra Real Madrid C. F.— producidos en la cuarta edición, o que un jugador por primera vez ganase la competición como futbolista y como entrenador —Miguel Muñoz tras el quinto título madridista— entre otros sucesos, mientras que el número de participantes aumentó hasta 27.

El éxito de la ya consolidada competición provocó que naciese otra a nivel mundial, la Copa Intercontinental, que enfrentaría en adelante al campeón europeo con el campeón sudamericano.



Eusébio y el S. L. Benfica toman el relevo
En la edición 1960-61 hubo finalmente un nuevo campeón, el Sport Lisboa e Benfica portugués. Ese año el quíntuple campeón Real Madrid no pudo pasar de los octavos de final siendo derrotado por primera vez en la competición, y curiosamente a manos de su eterno rival el Club de Fútbol Barcelona quien venía de lograr su clasificación en la ronda preliminar para vengar su eliminación a manos de los madrileños en las semifinales de la edición anterior.​ Si bien la eliminatoria no estuvo falta de polémica,​ posteriormente el conjunto barcelonés llegó a la final celebrada en el Wankdorfstadion de Berna en la que los benfiquistas, dirigidos por Béla Guttmann, se convirtieron en el segundo equipo en levantar el trofeo tras vencer por 3-2.

El Sport Lisboa e Benfica consiguió a la siguiente edición retener el título de campeón como ya hicieran los españoles tras imponerse esta vez en el Olympisch Stadion Amsterdam al máximo laureado, el Real Madrid por 5-3.​ En el equipo era ya referencia un jovencísimo Eusébio da Silva, autor de los dos últimos goles que dieron el título a los portugueses remontando la desventaja merced a tres tantos de Ferenc Puskás, único jugador en anotar un hat-trick en la final de la Copa de Europa junto a su compañero Di Stéfano, y con los que sumaba siete en las finales igualando también al jugador argentino, récords aún vigentes en la actualidad.

Comandados por Eusébio, quien anotase 47 goles totales a lo largo de sus comparecencias a tan solo dos del máximo goleador histórico Di Stefano, los portugueses accedieron a la final por tercera vez consecutiva siendo esta vez derrotados por la A. C. Milan en el Wembley Stadium de Londres por 2-1.​ Italia se hacía finalmente con el título que perseguía ediciones atrás, ya que no en vano era considerada como una de las potencias futbolísticas de la época, como así demostraría en las sucesivas ediciones.

Continuando con la dominación de los equipos latinos del sur de Europa, las dos ediciones siguientes estuvieron dominadas por el conjunto italiano del Football Club Internazionale de Sandro Mazzola, Luis Suárez y Helenio Herrera, quien derrotó en sus finales a los hasta el momento únicos campeones de la competición, el Real Madrid C. F. —quien sumaba siete finales— y el S. L. Benfica —en su cuarta comparecencia—. Dichos encuentros celebrados en el Praterstadion de Viena y en el Stadio San Siro de Milán se saldaron con resultados de 3-1 y 1-0 respectivamente.

Tras dos finales perdidas, fueron nuevamente los madridistas quienes en la edición de 1965-66 se alzasen con el título, el sexto de su palmarés y tras haber disputado ocho de las once finales hasta la fecha. En la final celebrada en el Stade Roi Bauduin de Bruselas al Fudbalski klub Partizan por 2-1. La final fue recordada ya que fue la primera vez que un equipo conquistaba el título sin ningún extranjero en sus filas, siendo todos españoles en este caso. En el equipo madrileño únicamente quedaba el veterano Paco Gento como representación de la dorada generación madridista, convirtiéndose en el jugador que más veces ha ganado la Copa de Europa con los seis campeonatos, récord aún vigente en la actualidad.

Cabe destacar que hasta la fecha, únicamente el Stade de Reims francés en dos ocasiones, el Eintracht Frankfurt alemán y el recién mencionado F. K. Partizan yugoslavo consiguieron acceder a una final dominada hasta la fecha por los conjuntos de la Europa Sur latina.


El norte de Europa entra en escena (1966-84)
Para la temporada 1966-67 se proclamó vencedor el Celtic Football Club escocés, siendo el primer equipo británico en proclamarse vencedor desde que los equipos de las islas británicas comenzasen a participar en la segunda edición del torneo. Por segunda vez en la competición un equipo sin extranjeros se convirtió en campeón tras derrotar «los católicos» por 2-1 a los italianos del F. C. Internazionale en el Estádio Nacional de Lisboa. Fue un preludio de la primera victoria de los inventores del fútbol en la máxima competición de clubes a nivel europeo, ya que al año siguiente el vencedor fue el Manchester United Football Club inglés tras vencer en la final celebrada en el Wembley Stadium al bicampeón S. L. Benfica por 4-1 en la prórroga de un partido en el que los portugueses alcanzaban su quinta final en trece años. Sin embargo, la completa supremacía inglesa en la competición aún estaba por llegar.

Los equipos neerlandeses dominaron la competición en los siguientes cuatro años consiguiendo un título el Feijenoord y tres el A. F. C. Ajax con la depurada táctica y técnica futbolística adquirida del recordado Rinus Michels, denominado como «fútbol total», y que ya practicase la selección húngara del «Equipo de oro» en los años cincuenta. Los roterdameses vencieron por 2-1 en la prórroga al Celtic F. C. escocés en el Stadio San Siro, mientras que los amsterdameses derrotaron al Panathinaikós Athlitikos Omilos, al F. C. Internazionale y al Juventus Football Club, quien accedía por primera vez a la final. De esta manera, el equipo neerlandés se convertía en el segundo conjunto tras el Real Madrid C. F. en conseguir el trofeo en propiedad por vencer la competición tres veces seguidas. ​Antes, la A. C. Milan fue el único equipo de la laureada Europa del Sur capaz de desbancar al norte del continente como vencedor. La final de 1968-69 celebrada en el Estadio Santiago Bernabéu les enfrentó a un equipo de los Países Bajos, siendo la primera de las cinco veces consecutivas que un equipo del citado país llegaría desde entonces a la final. En ella, el Amsterdamsche Football Club Ajax cayó derrotado por 4-1, equipo en el que comenzaba a despuntar un joven Johan Cruyff.

Durante las tres temporadas siguientes un nuevo equipo apareció en el panorama europeo. Los alemanes del Fußball-Club Bayern ganaron la competición en las siguientes tres ediciones, obteniendo así también el trofeo en propiedad. El equipo, en el que militaban jugadores como Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Sepp Maier, Uli Hoeneß o Paul Breitner, empezó ganando la final de 1973-74 al Club Atlético de Madrid en el Stade Roi Bauduin en la que es hasta la fecha la final más larga de la historia del torneo al ser la única en la que fue necesario la disputa de dos partidos para obtener un campeón. En la fecha no existían los lanzamientos de penalti para resolver un empate, por lo que si al final de la prórroga no había un vencedor, habían de disputarse nuevos encuentros hasta que uno de los dos equipos resultase vencedor. Tras igualar los bávaros en los instantes finales del partido el gol inicial rojiblanco, se impusieron en el partido de desempate por 4-0. En las posteriores finales se deshizo del Leeds United Football Club inglés y de la Association Sportive de Saint-Étienne francesa. Eran los años del dominio alemán en el fútbol mundial, donde su selección venía de proclamarse vencedora tanto de la Eurocopa como de la Copa Mundial. Su supremacía parecería extenderse en el ámbito de clubes, hasta que fueron frenados por los inventores del fútbol, Inglaterra.




«La cuna del fútbol» domina Europa
De la citada sucesión de títulos, cuatro fueron logrados por el Liverpool Football Club, uno por el Aston Villa Football Club, y dos por el Nottingham Forest Football Club, quien igualó la mejor actuación de un equipo debutante en la competición al vencer no solo el título en su primera aparición en el torneo, sino siendo capaz de retenerlo en la edición siguiente —igualando la actuación de los madridistas en sus dos primeras ediciones—. Las víctimas de los ingleses según orden cronológico fueron el Borussia Verein für Leibesübungen Mönchengladbach, el Club Brugge Koninklijke Voetbalvereniging, el Malmö Fotbollförening, el Hamburger Sport-Verein, el Real Madrid C. F., el F. C. Bayern y la Associazione Sportiva Roma.Desde 1977 un total de siete de ocho campeonatos fueron conquistados por conjuntos ingleses, siendo además los seis primeros de manera consecutiva. Sin embargo, fue el FC Dinamo de Kiev soviético el que eliminó a los vigentes campeones alemanes. Ésta fue una de las pocas efemérides logradas por algún equipo de la aguerrida y laureada Unión Soviética en una competición en la que no consiguieron cosechar meritorias actuaciones, con la excepción de estas semifinales alcanzadas por unos kievitas liderados por Oleh Blokhin y Volodymyr Onyshchenko.

Esta última fue la primera final hasta la fecha en la historia del torneo en la que un conjunto de la misma ciudad donde es celebrada la final pierde, además de ser la primera decidida desde los lanzamientos de penalti y merced a la cual Liverpool se quedaba a un único título de ser el cuarto equipo en conseguir el trofeo en propiedad.— Hecho que le sucedía por segunda ocasión, ya que tras haberse proclamado campeón por segunda vez, parecía el favorito en la edición de 1978-79, sin embargo en su primer enfrentamiento le tocó enfrentarse al Nottingham Forest F. C., quien no solo le eliminó sino que acabó venciendo la competición dos veces seguidas, antes de ser sucedido nuevamente por «los reds» al vencer en la final al Real Madrid C. F., quien reaparecía en la final quince años después.

La única final no vencida durante este período por un equipo inglés fue la edición 1982-83, la cual fue vencida por el Hamburger S. V. tras derrotar al Juventus F. C. en el Olympiako Stadio Athinas por 1-0. Cabe destacar que esta racha de notable hegemonía inglesa se vio también reflejado entre 1968 (fecha en la que un club inglés venció la competición por primera vez) y hasta 1984 en el resto de competiciones UEFA. En total, los anglosajones conquistaron veintidós títulos europeos de sesenta y uno posibles, o lo que es lo mismo, un 36% de ellos.

El 29 de mayo de 1985 se disputó la final entre la Juventus F. C., quien venía de ganar la Copa de la UEFA de 1977, la Recopa de Europa de 1984 y la Supercopa de Europa de 1984, y el también exitoso Liverpool F. C.. Se impuso el equipo turinés con un gol de su estrella Michel Platini, venciendo nuevamente a los ingleses como la final de la Supercopa de Europa anterior. Ese día, antes del partido y provocado por los ánimos ingleses, se produjo la «tragedia de Heysel» debido a una avalancha de hooligans que provocó el derrumbe de una de las paredes del estadio bruselense. El incidente causó 39 víctimas mortales, 34 de las cuales eran seguidores italianos, y más de 600 heridos. La tragedia supuso la expulsión de los clubes ingleses de las competiciones europeas durante cinco años, como medida para frenar la violencia de sus seguidores más radicales, los hooligans. Debido a ello, fue frenada la supremacía inglesa en las competiciones europeas, además de marcar el inicio de la época del fair play por parte de la FIFA como medida a mejorar la seguridad e imagen del fútbol. En lo deportivo, la final además supuso que el conjunto italiano fuese el primero en conquistar todas las competiciones existentes de la UEFA, motivo por el cual recibió una placa conmemorativa del máximo organismo europeo.




Los últimos años antes de la reforma (1985-92)
Los dos siguientes años tuvieron dos inesperados campeones: el Futebol Clube do Porto, que venció por 2-1 en la final de Viena al tricampeón F. C. Bayern; y el Philips Sport Vereniging, que se impuso en la final de 1987-88, celebrada en el Neckarstadion, al S. L. Benfica en los penaltis. Ésta fue la cuarta final perdida por el equipo lisboeta en la competición, denominándose la situación como la «maldición de Béla Guttmann».23​ Tras su despido como bicampeón con los portugueses, Guttman auguró que el club nunca más vencería una competición europea sin él como entrenador en los próximos cien años. Desde entonces, ocho finales han sido perdidas por el conjunto lisboeta, perdurando ya la maldición un total de 52 años.Un año después de los sucesos se enfrentaron por el título el Fotbal Club Steaua București, equipo que llegaba por primera vez a una final, y el F. C. Barcelona, club que nunca había ganado la Copa de Europa y no llegaba a la final desde hacía veinticinco años. Jugada en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, los rumanos vencieron en la tanda de penaltis tras un insólito 0-0 al final del partido, circunstancia acontecida por primera vez en una final. El portero rumano Helmuth Duckadam estableció un récord histórico al detener cuatro de los lanzamientos seguidos. Rumanía se convirtió en el octavo territorio en poseer un equipo campeón de Europa.

En 1989 y 1990 la A. C. Milan añadió dos nuevos títulos a sus vitrinas para un total de cuatro tras imponerse por 4-0 al F. C. Steaua București y por 1-0 a la S. L. Benfica impidiendo por quinta vez en la historia que los lisboetas lograsen el título. El cuadro dirigido por Arrigo Sacchi, contaba en sus filas con jugadores como Franco Baresi, Marco van Basten, Ruud Gullit y Paolo Maldini siendo otro de los conjuntos más recordados tanto en la competición como a nivel mundial. Maldini ganó así los dos primeros títulos de los cinco que consiguió a lo largo de su carrera en activo, siendo el que más logros posee después de los seis del español Paco Gento. Ésta fue además la última vez en la competición en la que un equipo ha conseguido revalidar el título.

Al año siguiente se proclamó campeón el Fudbalski klub Crvena Zvezda en el Stadio San Nicola de Bari. El conjunto serbio —yugoslavo por aquel entonces— derrotó en la final al Olympique de Marseille en los penaltis tras un empate a cero. Un año después fue el F. C. Barcelona quien finalmente logró proclamarse vencedor tras disputar su tercera final. Los españoles se impusieron en la prórroga a la Unione Calcio Sampdoria de Génova por 1-0 en el Wembley Stadium merced a un tanto de Ronald Koeman de tiro libre en el minuto 111 de la prórroga.

Ésta fue la última edición de la competición antes de ser sometida a una profunda reestructuración en su formato buscando una mayor proyección y pasando en adelante a ser denominada como Liga de Campeones de la UEFA.



La nueva denominación trae la época más igualada (1992-09)
La nueva denominación trajo algunos cambios en el formato en 1992, buscando una manera de introducir nuevos contendientes en la competición que hiciesen que fuese más disputada, aunque éstos no se vieron consolidados hasta años después con la consolidación del formato actual vigente desde edición 1999-00. Uno de los más relevantes fue la inclusión desde la última edición de la Copa de Europa de una fase de grupos previa a la final, eliminando los cuartos de final y las semifinales, y con acceso directo a la final de los primeros de cada grupo. En este primer certamen de la Liga de Campeones se amplió de dos a ocho grupos, y se restauraron las rondas eliminatorias previas a la final, tras el citado sistema de liga, a las que accedían los campeones. Fue el Olympique de Marseille quien se proclamó vencedor frente a la A. C. Milan por 1-0 con un gol de Basile Boli en el Olympiastadion de Múnich, convirtiéndose en el único equipo francés en ganar el torneo hasta la fecha. Sin embargo, el escándalo surgido ese mismo año por la trama descubierta de sobornos e irregularidades financieras cometidos por su presidente Bernard Tapie impidió al conjunto galo luchar por la defensa de su título en la siguiente campaña, siendo la primera vez que el vigente campeón no ha podido defender su título.

En la edición de 1993-94 volvieron a instaurarse las semifinales tras el citado formato de sistema de liguilla, el cual se estableció definitivamente y que fue ampliándose paulatinamente de dos a ocho grupos con el devenir de las ediciones. Tras ellas se enfrentaron en la final el F. C. Barcelona y la A. C. Milan en Atenas. Los italianos se impusieron por 4-0 alzando así su quinto título y lográndolo en propiedad, quedándose a tan solo uno de los seis logrados por el Real Madrid, cuya sequía duraba ya veintiocho años y no llegando a una final desde hacía trece. Al año siguiente «los rossoneri» accedieron a la final por tercer año consecutivo —y quinta vez en siete años—, pero no pudo superar al A. F. C. Ajax, quien vencía por cuarta vez tras veintidós años desde su último título. Tras 70 minutos de partido, un jovencísimo y casi desconocido Patrick Kluivert entró al terreno de juego para marcar posteriormente el único gol del partido a solo cinco minutos para el final. El equipo neerlandés llegó otra vez a la final en la temporada siguiente pero cayó derrotado ante la Juventus F. C. en la tanda de penaltis tras el 1-1 de los 120 minutos reglamentarios.



Las «cuatro grandes ligas» se favorecen de la polémica Ley Bosman

Con la temporada 1996-97 entró en vigor la Ley Bosman que permitió a los jugadores comunitarios jugar en un equipo sin ocupar plaza de extranjero. Esto provocó que los clubes con más poder adquisitivo se lanzasen a contratar a los mejores jugadores del panorama internacional, aumentando sus potenciales en detrimento de otros clubes europeos con menor poder financiero. Desde entonces, y con la excepción de un único año, el vencedor de la competición ha sido integrante de una de las consideradas cuatro mejores ligas de fútbol de Europa: la Premier League inglesa, la Bundesliga alemana, la Primera División española o la Serie A italiana.

Tras la sentencia, el B. V. Borussia consiguió la primera Liga de Campeones de su historia tras derrotar al Juventus F. C. por 3-1 en Alemania, en una edición predecesora al establecimiento del nuevo formato de la competición. En éste, aprobado para la temporada 1997-98 en la que por primera vez se vio un formato más cercano al actual, se aumentó el número de equipos participantes como medida más notoria. Fue el año en el que finalmente y tras treinta y dos años de espera el Real Madrid C. F. volvió a proclamarse vencedor tras derrotar por 1-0 al Juventus F. C., quien accedía a su tercera final consecutiva.

Hubo que esperar hasta 1998-99 para ver de nuevo coronado a un club inglés tras los sucesos acontecidos en Heysel. El Manchester United F. C. se impuso al F. C. Bayern tras darle la vuelta al encuentro en el tiempo de descuento para acabar ganando por 1-2 gracias a los tantos de Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjær, logrando una de las mayores proezas de la historia de las finales. Con treinta y dos equipos participantes en su fase final se enfrentaron en la final del Stade de France, y por primera vez en la historia de la competición, dos equipos del mismo país: el Real Madrid C. F. y el Valencia Club de Fútbol, equipo que alcanzó la final por primera vez. Los madrileños se impusieron a los valencianos por tres tantos a cero, con goles de Fernando Morientes, Steve McManaman y Raúl González, quien fue el máximo anotador de la competición hasta que fuese superado en 2014 por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Los levantinos intentaron resarcirse de la derrota al año siguiente, pero sin suerte. Esta vez el F. C. Bayern se llevó el título al vencer en la tanda de penaltis merced a la actuación del portero Oliver Kahn quien detuvo tres de los lanzamientos.

Por tercera vez un equipo español llegaba a la final cuando de nuevo el Real Madrid C. F. llegó al último partido de la edición 2001-02 que se disputó en Hampden Park, Glasgow. En su tercera final en cinco años venció por 2-1 al Bayer Leverkusen consiguiendo así su novena Copa de Europa y tercera bajo el nuevo formato de Liga de Campeones. En este partido se produjo el recordado gol de volea de Zinedine Zidane que dio la victoria a los madrileños en el año de su centenario. Dicho gol fue considerado por la UEFA como el mejor gol de la historia de las competiciones europeas y de las finales de la Liga de Campeones.

En la temporada 2002-03 de nuevo y por segunda vez en la historia dos equipos del mismo país se enfrentaron en la final. Italia fue la representada en la final de Old Trafford entre la A. C. Milan y la Juventus F. C., quien disputaba su cuarta final en ocho años saliendo vencedor en la tanda de penaltis el equipo milanés.

Se llegó así a la única edición con presencia de un país distinto a los cuatro considerados más fuertes futbolísticamente hablando de Europa desde la Ley Bosman. Portugal y Francia, y más concretamente el F. C. Porto y el Monaco —debutante en una final— se midieron para que los portugueses se proclamasen vencedores por segunda vez en su historia tras derrotar a los franceses por 3-0. Desde entonces, la final ha estado siempre copada por algún representante de las cuatro grandes ligas, produciéndose además una curioso alterne entre los vencedores. Cabe destacar que para la fecha el denominado como G-14, y posteriormente restablecido como Asociación de Clubes Europeos (ECA) comenzó a estudiar seriamente la posibilidad de crear una competición que sustituyese a la Liga de Campeones conformada exclusivamente por los clubes más fuertes de Europa.​ Dichos movimientos pusieron en alerta a la UEFA que comenzó a instigar nuevas fórmulas que asentasen su competición y le diesen mayor proyección.

Inglaterra, España e Italia, por ese orden, se alternaron en la conquista de los siguientes seis campeonatos lo que refrendó la idea de la ECA. Liverpool F. C. —quien logró finalmente su quinto título para ser el último club en lograrlo en propiedad—​ A. C. Milan, Manchester United y Internazionale fueron los vencedores junto al F. C. Barcelona, quien conquistó dos títulos en esta sucesión.

Este período dejó numerosos hechos destacados en las finales de la competición. En la primera de las finales citadas el equipo de Liverpool remontó una desventaja de tres goles siendo considerada uno de los mejores partidos del torneo. En la final en la que Maldini se convirtió en el jugador más veterano en marcar y establecer el gol más rápido en una final de Liga de Campeones los ingleses lograron empatar el partido en la segunda mitad y forzar la prórroga antes de que el meta polaco Jerzy Dudek diese el título a los británicos en la tanda de penaltis. Otro de los hecho se dio en el título logrado por los barcelonistas frente al Arsenal en 2005-06 cuando se produjo la primera expulsión de un jugador en una final de Liga de Campeones, la del portero alemán de «los gunners», Jens Lehmann. En la edición 2006-07 el club «rossonero» se adjudicó su séptimo título en una temporada marcada por el escándalo del Calciopoli en la liga italiana, que a punto estuvo de costarle al equipo italiano su participación en la competición. El último de los hechos destacables sucedió en la victoria del conjunto de Mánchester al ser la primera final de la competición entre dos equipos ingleses, y tercera vez que se producía entre equipos del mismo país y que se decidió por un resbalón de John Terry en la fatídica tanda de penaltis. En 1991, la UEFA pidió a su socio comercial, Televisión de Eventos y Media Marketing (TEAM), para ayudar a la marca de la Liga de Campeones.



Nueva reforma para aumentar la competitividad (2009-16)
En la temporada 2009-10 se instauró un nuevo formato en la competición que separaba en la fase previa a los campeones nacionales de liga de los equipos no campeones, los cuales entraban en escena en la tercera de cuatro rondas previas, de nuevo buscando más competitividad en la competición y paliar la iniciativa de la ECA de una competición anexa, mientras que de nuevo el número de participantes en las fases previas se vio aumentado.

En la edición 2013-14 se disputó por quinta vez una final por clubes del mismo país fue además la primera en la historia del torneo en ser disputada por equipos de la misma ciudad y en la que se estableció el máximo récord anotador por un jugador. Cristiano Ronaldo anotó diecisiete goles que contribuyeron a que el Real Madrid ganase tras doce años su décimo título de la competición tras imponerse al Atlético de Madrid por 4-1 en el curso 2013-14. El partido se decidió en la prórroga, tras un empate agónico de los madridistas en el final del tiempo regular.​La tónica no varió para contrariedad de la UEFA, y de nuevo Italia, España, Inglaterra y Alemania —quien no vencía desde hacía doce años— se convirtieron de nuevo en campeones. En la final de 2009-10 el F. C. Internazionale se hizo con su tercer título tras derrotar en la final al F. C. Bayern por 2-0, convirtiéndose en el primer club italiano en ganar el trébol europeo, siendo el sexto club europeo en lograrlo tras el conseguido por los barcelonistas apenas unos años antes. Precisamente ellos conquistaron su cuarto título un año después tras reeditar la final acontecida en 2009 y producirse en la edición 2011-12 la segunda derrota en la historia de las competición de un club que se jugaba el título en su propia ciudad, y su propio estadio. El Chelsea F. C. alzó su primer título tras imponerse en el Allianz Arena al F. C. Bayern en la tanda de penaltis en otra final con emoción en los minutos previos al final del encuentro. Los bávaros sin embargo pudieron resarcirse al año siguiente al enfrentarse y vencer al B. V. Borussia —quien no comparecía en la final desde hacía dieciséis años— al vencer en la que era la cuarta final entre equipos del mismo país por 2-1 y que nuevamente significase el quinto título para los muniqueses y su trébol europeo particular que se completó días después con la Copa de Alemania.

En las siguientes ediciones se establecieron nuevas marcas goleadoras para la historia. Luiz Adriano se convirtió en el duodécimo futbolista en la historia del torneo en anotar cinco goles en un mismo partido, mientras que el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo rompieron el récord anotador en la competición en 2015, que hasta entonces ostentaba Raúl González con setenta y un goles. Los goles anotados por Ronaldo le convirtieron en el primer futbolista en alcanzar la centena de goles en el marco de las competiciones UEFA,​ además de establecer un nuevo registro anotador en una fase de grupos con once goles y firmar su quinta distinción de máximo anotador —igualando a Lionel Messi, quien ostenta el mejor cociente anotador por partido en su nuevo formato—, destacando que desde 2008 dicha distinción ha recaído en ellos, bien al Real Madrid C. F., o bien al F. C. Barcelona. Mismos equipos fueron los que se alzaron con los títulos de 2015 y 2016, siendo el quinto para los catalanes para empatar en el palmarés con el Liverpool F. C. y el F. C. Bayern, y el undécimo para los madrileños, situándose como el club con más trofeos tanto en el antiguo como en el nuevo formato de competición.

Nuevamente en la edición 2015-16 se enfrentaron en la final el Atlético de Madrid y el Real Madrid C. F., siendo la segunda vez en la historia que dos equipos de la misma ciudad contendían por el título, además de ser la sexta vez que se repetía una final en el historial del torneo, y dejar a los atléticos como el club que más veces ha perdido la final, con tres, sin haber conseguido vencer nunca la competición. Pese a ello, se situaron como uno de los clubes más reconocidos de las ediciones recientes de la competición, quedando a las puertas de la final en la edición siguiente tras eliminarles los madridistas, quienes alcanzaron su tercera final en cuatro años, siendo el quinto equipo que jugaba una final como vigente campeón bajo el actual formato.

En cuanto a resultados, destaca en la época más reciente junto a madridistas y barcelonistas el también mencionado F. C. Bayern, ocupando entre los tres dieciocho de los treinta y dos puestos de semifinales desde que se instauró el formato actual de la competición, y en los que alguno de los tres han logrado comparecer en alguna de las ocho finales disputadas desde entonces y lograr seis títulos entre los tres que hizo patente la idea de dichos clubes por formar una nueva Superliga, que sin embargo palió la UEFA con una nueva reestructuración.




La ECA, parte influyente de la competición (2016-Act.)

Desde que la ya mencionada Asociación de Clubes Europeos (ECA) contemplase la posibilidad a inicios de los años 2000 de que sus grandes clubes liderasen una disgregación para formar una Liga Europea privada o Superliga Europea que aglutinase a los considerados mejores clubes del continente, la UEFA y la ECA se introdujeron en constantes conversaciones para buscar un futuro común favorable a todas las partes.​ Si bien es cierto que dicha iniciativa no necesitaría de la UEFA para su concepción, ambas partes consideran que una colaboración conjunta es lo más estable para beneficio de todos, estamentos y clubes, sin que peligren subsistencias en demasía.

Desde entonces la UEFA encaminó muchas de sus reformas tomando en consideración las peticiones o necesidades de la ECA, como la de que las grandes ligas tengan más equipos participando en la competición —aceptado e instaurado por la UEFA en la competición en sus últimas remodelaciones— así como reconsiderar criterios de repartos o sus influencias en los ingresos televisivos por citar algunas. Sin embargo, algunas de ellas como el Fair-Play Financiero o el Market Pool siguen siendo objeto de debate entre ambos organismos. Es por ello que ambos firmaron un acuerdo trienial en vigor entre las temporadas 2018 y 2021 en el que la competición sufrirá su mayor remodelación en favor de estos grandes clubes y que parece encaminar a la reestructuración definitiva de las competiciones europeas.

En cuanto a lo deportivo, la primera temporada tras firmar dicho acuerdo dejó nuevamente a los grandes equipos como los referentes en la competición. De los 78 equipos implicados desde las fases de clasificación, y hasta los 16 de la fase final eliminatoria, únicamente la Association Sportive de Monaco Football Club, el Sport Lisboa e Benfica, el Futebol Clube do Porto y el Leicester City Football Club no se encuentran dentro de los considerados grandes por la ECA que pudieran conformar la nueva competición, pero siendo sí todos miembros de dicho organismo. Cuatro conjuntos españoles, tres alemanes, dos italianos, dos ingleses y uno francés para un total de 12 se encuentran dentro de los que lideran dicha disgregación, y desde 2004 alguno de ellos ha resultado campeón de la Liga de Campeones.

En la final de la edición 2016-17, de nuevo se proclamó vencedor el Real Madrid Club de Fútbol tras vencer a la Juventus Football Club por 4-1. Supuso el duodécimo título para los españoles, y consiguió ser el primer equipo en revalidar el título bajo el nuevo formato —algo que ya logró bajo su denominación de Copa de Europa—, siendo su tercer título en cuatro años, un registro no visto desde los años setenta. En lo individual, el portugués Cristiano Ronaldo se proclamó máximo anotador de la competición por quinto año consecutivo, elevando su cifra goleadora en la competición más allá de la centena de goles, siendo el primer futbolista en lograrlo.




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